Sueños de Arena

martes, 13 de abril de 2010

 

"  El sueño se reaviva, y entonces es cuando noto sus pisadas tras de mí."
Me siento a la orilla del mar, donde maravillado contemplo el horizonte. Un sol que no se apaga se cierne sobre las mareas, impulsando su vaivén, como si de sueño y alma estuvieran hechas.
Recorro con la vista la arena, testigo mudo y volatil de tantas historias de amor y reencuentros, de sofocantes abrazos, de besos inconfesables sobre ella.

La luz que ilumina mi rostro va perdiendose poco a poco, al compás del astro rey que se retira al encuentro de la larga noche. El sueño se reaviva, y entonces es cuando noto sus pisadas tras de mí.

Me abrazo en sus ojos y beso su rostro, que con la suavidad que lo caracteriza, se funde en una sonrisa risueña, que solo Dios sabe si es tan sobrenatural como parece. Coge mi cara con sus dedos de fina seda, y juguetea, como una niña pequeña, con ella. La mira, se ríe, pone muecas y yo me pongo a soñar. Se abraza a mi cuerpo, reposa su cabeza en mi pecho, y todo lo demás... desaparece.

0 comentarios: